miércoles, 4 de febrero de 2009

Tierras donde el béisbol todavía se aprende

Cortesía Correo del Caroní

Un equipo netamente de australianos en 1912

En continentes donde el fútbol y el rugby tienen más tradición, la pelota se abre paso en una historia que ha sido larga y llena de personas con perseverancia, para ver a sus países ser representados en un evento como el Clásico Mundial.

África es un continente mayoritariamente de fútbol, ya que a lo largo de los años ha exportado talentosos jugadores como Roger Milla, Samuel Eto’o, Digbier Drogba, entre otros, por lo que cuando se refiere al mundo del béisbol es difícil recordar algún pelotero de primera sentada.

En el mundo de la pelota, el continente africano es representado mayormente por Sudáfrica, país conocido por ser la cuna de la humanidad, ya que ahí se encontraron los primeros fósiles del Homo Sapiens, una nación que luchó contra el racismo a través del rugby y una tierra que le abrió las puertas al béisbol en el siglo XIX.

Sudáfrica tiene en su territorio 1.221.037 km2 por lo cual ocupa todo el cono sur del continente africano y comparte fronteras con Mozambique, Namibia, Zimbabwe, el Reino de Lezoto y Suazilandia.

El béisbol toca África a través de Sudáfrica en 1895, cuando se jugó por primera vez gracias a un grupo de estadounidenses que llegaron al país por la fiebre del oro que se vivía en aquel momento y se establecieron en la región de Transvaal según menciona Josh Chetwynd en su libro “A History of South African Baseball”.

Los norteamericanos eran auténticos misioneros del deporte, llevando hasta el país africano todo lo necesario para jugar béisbol, como bates, protectores, guantes, pelotas, etc. Crearon el diamante y establecieron las reglas.

Gracias a la perseverancia de estos emigrantes estadounidenses y el creciente interés de los locales por el béisbol, se estableció la liga oficial en 1899 y luego, en septiembre de 1904 se creó el primer equipo de la provincia de Transvaal. En el año inaugural, el circuito estuvo dominado por bateadores.

Ojos sobre ellos
A la larga, el béisbol fue conquistando Sudáfrica, pero no fue hasta el I Clásico Mundial en que el resto del mundo se enteró de la importancia del deporte en el país africano.

Lo que más objetó la prensa internacional es que Sudáfrica nunca ha tenido jugadores en las mayores, de hecho, la clase más alta en que han llegado ha sido Doble A, siendo representados por el relevista Barry Armitage y el abridor Tim Harrell.

Armitage perteneció a la organización de los Reales de Kansas City desde la temporada 2000, pero luego pasó a la Liga de Texas y su última temporada como profesional fue en el 2007, cuando jugó para los Osos de Newark. En el 2008 no participó en la pelota rentada en ninguna categoría.

Harrell fue seleccionado en el draft colegial del año 1998, siendo escogido por los Dodgers de Los Ángeles, donde pasó cuatro temporadas en las menores del equipo.

“Estamos de últimos en esta especie de toten”, señaló el mánager del equipo Rick Magnante al sitio oficial de las Grandes Ligas. “Sin lugar a dudas, seremos la cenicienta otra vez, de todo el Clásico. Todos tienen rosters formidables del que tenemos nosotros”.

Magnante, quien es un scout de la organización de los Atléticos de Oakland, recordó que la motivación está presente en el dugout del equipo africano, recordando cuando casi vencen a Canadá, un equipo minado de grandeligas, en la primera edición del torneo de béisbol.

“Definitivamente está la motivación. Hicimos voltear tantas vistas sobre nosotros”, señala Magnante. “Estuvimos cerca de vencer a Canadá, lo que hubiera sido grande para nosotros. Fue una experiencia fenomenal y esperemos que para la próxima edición podamos demostrar que eso no fue un golpe de suerte”.

Cerca del milagro
Sudáfrica llegó hasta el noveno episodio venciendo 8-7 a los canadienses, que al final lograron voltear el marcador al anotar cuatro carreras y cerrar el juego 11-8, en el juego inaugural en un grupo que también lo conformaban Estados Unidos y México.

Para el II Clásico Mundial, Magnante podrá contar con seis peloteros que están en las menores de varios equipos como los lanzadores Alessio Angelucci (San Diego), Justin Erasmus (Boston), Dylan Lindsay (Kansas City) y Hein Robb (Minnesota), así como los jugadores de cuadro Anthony Phillips (Seattle) y Gift Ngoepe (Pittsburgh).

“No sé si lo haremos mejor, pero tenemos algo más de legitimidad al poseer a estos seis muchachos”, agregó el mánager de Sudáfrica.

Pero el continente africano comienza a vivir la fiebre del béisbol, ya que en países como Camerún, Costa de Marfil, Ghana, Kenya, Lesotho, Liberia, Malí, Marruecos, Namibia, Nigeria, Togo, Túnez, Uganda, Zambia y Zimbabwe la pelota se juega de forma amateur y las ligas profesionales están en vías de desarrollo.

Marsupiales en pañales
En Oceanía el béisbol se ha jugado principalmente en Australia y Nueva Zelanda, donde han tenido que batallar literalmente en el campo de otras disciplinas para poderse establecer hasta la liga organizada que es hoy en día.

La pelota llegó en la década de 1850 cuando hubo fiebre de oro en Australia y emigraron mineros estadounidenses a la tierra de marsupiales. Pronto se establecieron y empezaron a disfrutar de juegos en los alrededores de las minas de Ballarat según relata el sitio oficial de béisbol de Australia.

Se intentó jugar el primer partido oficial entre los mineros de la compañía Cricketers Gaggin y Goldsmith en el Yarra Park de la capital de Australia, Melbourne, en el año de 1867, pero fueron interrumpidos por fanáticos de fútbol australiano que estaban disfrutando de un encuentro en las adyacencias del parque.

Para 1881 los residentes estadounidenses crearon el Club de Béisbol Unido y años más tarde, algunos australianos siguieron el ejemplo al fundar el Club de Béisbol de Sydney, equipos que formaron los cimientos de la liga profesional de este deporte que fue creada en 1989.

En la unión está la fuerza
La Federación de Béisbol de Australia creó la Liga de Béisbol Australiana (ABL por sus siglas en inglés) la cual tuvo su juego inaugural el 27 de octubre de 1989, cuando se enfrentaron los equipos de Perth Heat y Adelaide Giants, dos de los seis equipos que llegó a conformar la liga.

El campeonato ha resultado un éxito entre los australianos, ya que se pasó de un promedio de 1.500 personas por juego en la primera temporada a 10.000 por encuentro en su última campaña, que fue en el año de 1999.

En la actualidad, Australia no posee liga profesional, debido al bajo interés que tuvo en los medios de comunicación para ser promocionados los juegos, a pesar de la respetable asistencia en cada uno de los encuentros.

Joe Quinn fue el primer nacido en Sydney que jugó béisbol en las Grandes Ligas y perteneció al equipo de los Rojos de Cincinnati para la temporada de 1900, un pelotero de cuadro que también tuvo su pasantía en los jardines y cerró su carrera con average de .261.

Accidente placentero
Entre los jugadores que destacan en la actualidad en las mayores que hayan nacido en tierra de marsupiales está el lanzador Grant Balfour, quien acaba de hacer una gran temporada para los Rays de Tampa Bay.

“Cuando era niño, mi padre y yo estábamos caminando un día por un parque que estaba cerca de mi casa”, declaró Balfour al sitio oficial de las Grandes Ligas. “Nos atravesamos en pleno diamante y no nos dimos cuenta. Preguntamos ¿Qué están jugando? Los peloteros nos respondieron: béisbol. Y nos enamoramos del juego”.

La referencia de los australianos es Dave Nilsson quien llegó a ser el primero de su país en ser llamado a un clásico de mitad de temporada en 1999, debutó en 1992 con los Cerveceros de Milwaukee, único equipo en su carrera de Grandes Ligas, donde promedió .284 en 2.779 apariciones al bate.

Los australianos perdieron sus tres juegos en el I Clásico Mundial de Béisbol después de enfrentar a Italia (10-0), Venezuela (2-0) y República Dominicana (6-4).

“Ves a Miguel Tejada lanzando desde el campocorto a Albert Pujols en la primera base; Alfonso Soriano cubriendo la segunda. Todas estas súper estrellas saliendo al campo al mismo tiempo es algo increíble”, confesó el australiano Justin Huber. “Me refiero a que José Reyes estaba en la banca. No estaba en el juego. Y ves hacia nuestro dugout y ves a Johnny ‘nunca- ha- jugado- pelota -profesional -antes’. Y ellos tienen a José Reyes”.

En la historia de las Grandes Ligas sólo 23 peloteros nacidos en Australia han alcanzado las mayores.

Primeros en el hemisferio sureste

En Nueva Zelanda también se tiene pasión por el deporte de los bates y las pelotas, de hecho se jactan de haber sido anfitriones del primer juego de béisbol en el hemisferio sureste del planeta, ya que el 10 de diciembre de 1888 entre el Club de Chicago y un equipo de Todos Estrellas de los Estados Unidos.

Los juegos se llevaron a cabo durante una semana en Auckland, incluyendo juegos amistosos contra equipos de Cricket, un deporte bien sembrado en las tierras de Nueva Zelanda.

Sin tener una liga profesional, los neozelandeses han exportado a varios jugadores a los Estados Unidos, como es el caso de Scott Campbell, quien fue escogido en el draft colegial por los Azulejos de Toronto.

En el 2006 Campbell jugó la categoría A de las menores de Toronto y fue nombrado el Jugador Más Valioso de su equipo.

En la actualidad Nueva Zelanda está buscando expandir el deporte a las regiones de Whangarei y Wellington, según relata el sitio oficial del béisbol organizado de aquel país.

1 comentario:

  1. oye se ve que lo que vota en la encuesta es puro vinotinto jajajajaja un saludo pepin2000 de mas esta decirte que vote por cuba y acuerdate que en el 2006 te di dos tazacitas de cafe con leche jejejejeje .

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