Todavía impresionado por su hazaña de juego perfecto, el pitcher holandés Shairon Martis reveló que las rectas bajas y las sliders fueron hoy la clave de su victoria 10-0 contra Panamá en siete entradas.
El joven de 18 años y de piel negra, nacido en Curazao, lanzó este viernes el juego de su corta vida al dominar a la perfección a un equipo panameño que estaba necesitado de la victoria para no regresar al istmo con las manos vacías.
Panamá ya había perdido ante Puerto Rico y Cuba las esperanzas de clasificar en el grupo C eliminatorio del Clásico Mundial de Béisbol, cuya primera fase concluía en San Juan con el esperado choque entre cubanos y boricuas.
Solo en la parte final del encuentro fue que me percaté de estar cerca de propinar un no hit-no run a los holandeses, declaró Martis en conferencia de prensa después del partido.
No obstante ese triunfo, Holanda estaba descartada para permanecer en la competencia desde el momento en que perdió 2-11 con Cuba.
Para realizar su histórica actuación, el lanzador holandés tiró justamente los 65 lanzamientos establecidos por el reglamento del campeonato como límite de trabajo para un serpentinero.
Asimismo, sólo dos panameños lograron pisar la inicial, por un boleto y un error de la tercera base.
Aquí se destaca que la catástrofe panameña ante Holanda constituye la devolución de la derrota que los europeos sufrieron en su propia casa a manos de los istmeños en la discusión de la medalla de bronce de la pasada Copa Mundial en 2005.
Otro sorprendido por la hazaña de Martis fue su mismísimo manager, Robert Eenhoorn, quien vaticinó que su discípulo "va a ser un tremendo lanzador".
También el director de la selección panameña, Aníbal Reluz, felicitó al victorioso Martis por su perfecta actuación en el juego del no-hit.
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